Origen de las tintorerias
Desde fines del siglo XXI se puede señalar la presencia de japoneses en Argentina. Tras la llegada del primer inmigrante oficial a la Argentina en 1886, comienzan a arribar otros en gran número.
En 1890 se establecen las primeras importaciones de productos japoneses via Europa.
En pleno corazon de la city se encuentran famosos bazares y almacenes japoneses.
El primer gran contingente japonés llega a poco de iniciarse el siglo XX., procedente de la isla de Okinawa. En su mayoría fueron floricultores y horticultores.
Entre los pequeños emprendimientos comerciales independientes que marcaron durante decadas la tendencia laboral de buena parte de la comunidad japonesa en zonas urbanas, se destaca el de las tintorerias.
Los pioneros de esta actividad, iban casa por casa golpeando las puertas para ofrecer "lavado y planchado de ropa", mediante un precario castellano compensado con gestos.
Los primeros locales de tintorerías tenían como nombre taller de lavar y planchar y recibían camisas, pañuelos, ropa interior, medias y sábanas y todo se hacía a mano: con un simple jabón y cepillo.