No son pocos los estudiantes y adultos que estudian español que se capacitan en México, pues después de España ocupa el segundo lugar como destino de estudio o viaje de placer. México es conocido en Japón por sus sabrosos platos, el tequila, los mariachis y la alegría de su gente. Varios de mis alumnos han ido a pasear o a estudiar e incluso algunas chicas se han ubicado en empresas japonesas que están radicadas allí, sea para trabajar como intérprete o administrativa.
Este país está ubicado económicamente en América del Norte pero cultural y socialmente es, indudablemente, un país latinoamericano y desde luego una gran potencia dentro de la región. Su PBN es de 1.2 billón de dólares y el ingreso per cápita promedio anual es de unos 11.000 dólares. La tasa de crecimiento anual se mantiene en un 1.4% (2013) y el de desempleo en 4.5%, una de las más bajas históricamente. La balanza comercial es deficitaria pero tanto las exportaciones como las importacioones rondan los U$S 380.000 millones y últimamente están aumentando las exportaciones de vehículos por las nuevas inversiones en el sector automotriz. El petróleo y sus derivados ocupan gran parte de las exportaciones pero los productos industriales están llegando al tercio del total. Las exportaciones de productos eléctricos y electrónicos están en plena expansión. De todos modos, el 80% de las exportaciones lo absorbe el mercado norteamericano, una dependencia que debe ser diversificada, para lo cual requieren fortalecer aun más las industrias locales y que sean competitivas internacionalmente. Por el momento, se abastece en gran medida de productos y piezas de China, Japón y Corea del Sur.
México, al igual que Japón está participando de las negociaciones del Acuerdo Estratégico Trans-Pacífico de Asociación Económica-TPP (en inglés), pero también es miembro de un mecanismo integrador más versátil denominado Alianza del Pacífico, integrado por Chile, Colombia y Perú. Japón está muy interesado en este último pero desde abril del 2005 ya tiene un TLC (en Japón se denomina EPA-Economic Partnership Agreement) con México, el primero con un país de América Latina. Es por eso que más de 630 empresas japonesas están radicadas y cerca de 10.000 japoneses, entre ejecutivos e ingenieros, residen en ese país. En los últimos años, la firma Honda, Mazda y Nissan y las proveedoras de autopartes, se han establecido en Guanajuato y Queretaro. Por eso, hay ofertas de trabajo para intérpretes, administrativos y técnicos que sean bilingues español-japonés y si fuere posible con un poco de inglés. Un experto de JETRO señala que para fabricar coches de alta gama que den mayor rentabilidad se requiere mucho más personal calificado y no solamente mano de obra barata para las líneas de montaje. Por eso, entre las firmas manufactureras internacionales hay una despiadada competencia por captar y retener a los técnicos, ingenieros y gerentes con formación y experiencia, dado que este tipo de “manpower” escasea no solo en México sino en toda la región.
Japón, no solo importa tequila de este país sino que como se puede apreciar en los supermercados, compra palta, espárragos, mango, melón, lima limón, zapallo (calabaza), atún negro y últimamente carne de cerdo, lengua y carne de vaca (res).
La contracara de este desarrollo económico de México es que la inseguridad causada por las organizaciones delictivas y los cárteles de la droga generan mucha incertidumbre en los inversores como en los ciudadanos. Justo unos 10 días antes de mi llegada a Guadalajara se produjo la desaparición de 43 estudiantes de la normal en Iguala, Estado de Guerrero, en donde al parecer fueron atacados por personal de seguridad y luego por grupos armados de la droga. Otro tema preocupante es la presencia de migrantes de los países centroamericanos que atraviesan el extenso territorio mexicano de manera indocumentada y precaria y que muchas veces son presa de las organizaciones delictivas y en el caso de los menores algunos suelen ser explotados en la prostitución. La acción no muy coordinada de las fuerzas de seguridad y la corrupción imperante en la burocracia y la política hacen que no se distingan los delitos comunes de los provocados por la mafia de la droga o los traficantes de migrantes, y no son pocos los casos que jamás son ventilados en los tribunales pues ya en la etapa investigativa quedan “archivados”.
También la enorme desigualdad económica es un factor de inestabilidad y frustración social.
Dentro de los países emergentes es indiscutible que México puede ejercer un rol preponderante pero muchos nacionales incluyendo graduados y profesionales han emigrado a los Estados Unidos. De los 300 millones que habitan en dicho país se dice que casi el 10% o sea casi 30 millones son oriundos de México, aunque muchos ya se han naturalizado y ocupan un lugar importante en el agro, sector servicios y manufacturero; sin dejar de mencionar que los de la segunda y tercera generación están ocupando posiciones de preponderancia en los negocios y en la política. Además, los mexicanos ocupan el 67% del colectivo de los hispanos. Si bien ha disminuído la emigración mexicana a los EE.UU, la presencia de centroamericanos sin papeles estarían aumentando. Cerca de un millón intentan llegar a este país cada año, pero casi el 20% son deportados.
En octubre de 2014, por invitación de la Universidad de Guadalajara pude permanecer una semana en dicha ciudad y tuve la oportunidad de intercambiar impresiones con los investigadores, profesores y alumnos, sobre su sociedad y los temas migratorios. Expuse en dos oportunidades sobre “Las políticas de integración de los migrantes sudamericanos en Japón”, razón por la cual ha sido para mí un estímulo importante para pensar con otros criterios este complejo tema.
Durante mi breve estadía pude conocer una localidad a orillas del Lago Chapala donde residen decenas de miles de pensionados norteamericanos. Algunos viven en grandes casonas y otros en departamentos y casas más sencillas pero toda la villa al parecer está preparada para ofrecer los diversos servicios que requieren estos “migrantes” de buen poder adquisitivo. Hace varias décadas atrás esta zona era una región de casas de fin de semana para los adinerados de Guadalajara, pero hoy lo habitan los norteamericanos que buscan tranquilidad, buen aire y un ambiente amigable. Guadalajara está a tres horas de vuelo de Los Angeles, California, pero otras ciudades cabeceras como Houston, Atlanta, Dallas y Nueva York, también están conectadas diariamente.
Y según el censo de 2010, en México viven 770.000 americanos, la comunidad más grande en el exterior y es el 75% de los extranjeros que residen en dicho país.
México ha recibido en la última centuria a españoles que huían de Franco, a cubanos que buscaban asilo y a sudamericanos que buscaban refugio de los regímenes militares de los ’70. Hoy en dia, son 80.000 los españoles que habitan suelo mexicano y unos 12.000 a 10.000 los cubanos, argentinos y colombianos, respectivamente, al menos oficialmente.
Para proteger mejor a los migrantes centroamericanos en tránsito se implementó un visado de “tránsito”, pero las exigencias de un contrato de trabajo en los Estados Unidos y recursos económicos para la estadía en México, no han permitido reducir la ilegalidad de cientos de miles que cruzan la frontera sur para ir al norte. Estados Unidos exige cada vez más un mayor control fronterizo pero no es posible cubrir tan fácilmente los 3.000 km del norte y los 1.000 km del sur con Guatemala. A pesar de las regulaciones migratorias los resultados no son los esperados.
Tanto en la biblioteca como en las librerías hay mucha bibliografía especializada sobre la emigración mexicana a los Estados Unidos, con estudios minuciosos de la región o poblado de origen, si son varones o mujeres, si son calificados o no, etc. Pero, acerca de los centroamericanos “en tránsito” no es tarea sencilla profundizar las investigaciones por cuanto además de ser un tema migratorio es también un tema muy relacionado con las organizaciones delictivas. Pude apreciar algunos escritos donde son informes de las organizaciones católicas u ONGs con algunas estadísticas interesantes, pero si los países de origen de estos migrantes no realizan mayores esfuerzos conjuntos y no desarrollan una economía con más oportunidades a sus ciudadanos, no es posible frenar esta ola.
Por otra parte, México es un país donde reciben muchos estudiantes universitarios de América Latina pues hay universidades muy prestigiosas como la UNAM –Universidad Autónoma de México y el Colegio de México, que para muchos jóvenes es el anhelo para realizar una carrera o un posgrado. Sin embargo, para la renovación del visado correspondiente deben mantener una conducta muy aplicada, pues cualquier infracción de tránsito o la participación en actos políticos pueden ser motivo de deportación o sanciones muy rigurosas.
De cualquier manera, el actual desafío es cómo controlar mejor la inmigración ilegal que viene de Centroamérica pues atravesar 2.500 km en un territorio de 2 millones de km2 implica enormes riesgos tanto para eso migrantes como para los poblados donde van parando. La presencia extranjera registrada y legal en México es de un poco más del millón de personas, o sea que no llega al 1% de los 120 millones que conforman la población total. No se observan políticas públicas concretas de integración como las que hay en Japón para con los extranjeros a través de innumerables programas de asistencia de los municipios y organismos competentes. Además, dado que muchos son de habla hispana tienen más afinidad y comprensión en el proceso de adaptación y al parecer no es motivo para diseñar políticas de integración específica. Y en cuanto a los norteamericanos que son la minoría más importante, son retirados con un poder adquisitivo que disfrutan de la vida de retirados en los alrededores del Lago Chapala, en Guanajuato, en San Miguel de Allende, etc. (se calcula unos 200.000 los jubilados americanos que habitan de manera casi permanente en México).
No es mucho lo que pude apreciar pero ha sido una interesante y grata experiencia el viaje a Guadalajara.
Webs de referencia:
http://www.jetro.go.jp/world/cs_america/mx/
http://jp.wsj.com/articles/SB10001424052702303529604579094044237202888
http://www.newsweekjapan.jp/reizei/2014/07/post-663_1.php
© 2015 Alberto J. Matsumoto
