Descubra a los Nikkei

https://www.discovernikkei.org/es/journal/2018/10/16/japon-que-hay-en-mi/

El Japón que hay en mí

Eran los día más esperados del año: las vacaciones de verano, estaba feliz por no tener que levantarse temprano ni realizar las interminables tareas escolares. Buscaba en qué invertir su tiempo libre, ya que le habían prohibido jugar con la vecina y no tenía nada que ver frente a la pantalla. Pensaba hacia dónde dirigirse, la regañarían por jugar en los muebles antiguos de la sala y los adornos que tanto le gustaban. La cocina y el baño estaban prohibidos para divertirse por los peligros que representaba. En los cuartos sola no la dejaban estar y aún dormían los demás familiares.

Se subió, con sus cortas piernas, sobre la mesa del patio para alcanzar un libro; quería dibujar, tomó un volumen viejo en un idioma extraño que contenía mucho texto e imágenes en blanco y negro. Cuando el abuelo la sorprendió le dijo: “Si cae rompe cocote”, estaba tan ensimismada que no oyó los pasos lentos. Ella, con una sonrisa cómplice que iluminaba su rostro redondo y sus pequeños ojos, le confesó que estaba aburrida y lo que pretendía hacer con el documento. Él le explicó que esa era una obra de su tierra, que no era para pintar, es sobre un relato que si se portaba bien le leería.

Akemi y Miyuki

El abuelo se rió, con su sonrisa de ojos rasgados, le mostró cómo al doblar el papel se podían crear diferentes figuras. Aprendió a hacer vasos, sombreros, animales y un barco. Luego, el anciano le leyó el cuento de “La tortuga y la liebre”, y le contó sobre la canción que existía de ese relato y, seguidamente, la cantó en su idioma natal. Ella poco a poco también se la aprendió. Le cantaba la canción a todos y narraba orgullosa quién se la enseñó. También el anciano le enseñó a contar hasta el diez y algunas frases japonesas. En las tardes, le contaba sobre las costumbres y leyendas del Japón, relatos llenos de fantasía que la emocionaron.

Pasan los días y la niña improvisó un aula con los sillones, las sillas del patio y una tabla vieja como pizarra para que el abuelo, junto a los muñecos, aprendiera a hablar bien el español. Ella le transmitía todos sus conocimientos sobre su lengua y la historia de Cuba. Como el abuelo no aprendía se dio por vencida, fue entonces que él le contó, con una sonrisa pícara que iluminaba su cuerpo delgado, sobre su travesía hacia esta isla caribeña, en barco y todo lo que sabía sobre su cultura y su gente.

Ellos siempre estaban juntos. Ella aprendió a jugar dominó y él le cuenta sobre otros juegos de mesa japoneses. Una tarde, estaban jugando dominó con los muchachos del barrio, muy contentos porque estaban ganando, cuando uno de los perdedores, bravo, le dijo: “no hagas trampa, chino”. La cara del anciano se transformó, su sonrisa amable dio pasó a un rostro duro, una posición de alerta. La nieta se asustó porque nunca lo había visto discutiendo ni tan enfadado, regañaba muy fuerte al niño, se le notaba que se sentía ofendido. Luego supo que era ofensa a los japoneses llamarlos por el gentilicio de otra nación asiática.

La historia entre el abuelo y la niña se repite año tras año, todas las vacaciones, pero un día el anciano perdió la memoria. Una enfermedad muy mala lo hizo olvidar todo sobre Cuba, no podía recordar ni una palabra en español de esta tierra que lo adoptó como hijo, solo habla en su lengua natal y canta canciones de cuando era niño. Hace muchos barcos de papel con sus temblorosas manos y la invita a navegar con él.

 

* * * * *

Nuestro Comité Editorial seleccionó este artículo como una de sus historias favoritas de serie Raíces Nikkei, Indagando en Nuestra Herencia Cultural.  Aquí está el comentario.

Comentario de Alberto J. Matsumoto:

Es una historia muy tierna en donde Akemi recuerda los bonitos momentos que compartieron como nieta con su abuelo.

Este inmigrante japonés llegó a la isla caribeña de Cuba y fue uno de los que participó en la organización de la asociación japonesa y la escuela japonesa contribuyendo al desarrollo de la comunidad nikkei en sus inicios. Sin embargo, no tuvo la continuidad deseada. Akemi aprendió de su abuelo el “origami”, las fábulas y leyendas y las tradiciones de Japón. Aunque no domine mucho el idioma japonés se puede sentir lo importante que fueron esas enseñanzas.

Lamentablemente, hoy, este abuelo sufre demencia senil y al parecer no puede recordar la experiencia en Cuba pero sí el idioma y las vivencias de su lejano pasado en Japón. Nunca pudo regresar a su país para ver a sus afectos, pero en este ensayo se puede sentir que ese fue un gran anhelo que no pudo cumplir.

Este año Cuba cumple 120 años de la Inmigración Japonesa. Es un año conmemorativo. Hoy, los nikkei vienen a estudiar como a pasear por el Japón. Pero, es importante que las generaciones de ahora, tercera o cuarta, sepan que hubo épocas y países que no les era fácil retornar al Japón. En ese ensayo se puede sentir esas duras realidades por lo que me permití elegir en base a mi preferencia.

 

© 2018 Akemi Figueredo Imamura

Cuba Descubra a los Nikkei familias identidad Crónicas nikkei (serie)
Sobre esta serie

Las historias en la serie Crónicas Nikkei han explorado las diversas maneras en que los nikkei expresan su cultura única, ya sea a través de la comida, el idioma, la familia o la tradición. En esta oportunidad, estamos ahondando más a fondo, ¡hasta llegar a nuestras raíces!

Les pedimos historias desde mayo hasta septiembre de 2018. Todas las 35 historias (22 en inglés, 1 en japonés, 8 en español y 4 en portugués) que recibimos desde Argentina, Brasil, Canadá, Cuba, Japón, México, Perú y los Estados Unidos. 

En esta serie, le pedimos a nuestros Nima-kai votar por sus historias favoritas y a nuestro Comité Editorial elegir sus favoritas. En total, cuatro historias favoritas fueron elegidas.

Aquí estás las historias favoritas elegidas.

  Editorial Committee’s Selections:

  La elegida por Nima-Kai:

Para saber más sobre este proyecto de escritura >>


Mira también estas series de Crónicas Nikkei >> 

Conoce más
Acerca del Autor

Me llamo Akemi Figueredo Imamura, tercera generación de descendiente de japonés de la Colonia de Cuba. Actualmente soy editora en la revista Ingeniería Industrial. Pertenecí al coro de descendientes japoneses Fuji. He presentado trabajos sobre la cultura Japonesa en diversos eventos internacionales. Me gradué de idioma japonés en el centro de idiomas René Ramos Latourde la Facultad de Lenguas Extranjeras de la Universidad de La Habana.

Última actualización en octubre de 2018

¡Explora Más Historias! Conoce más sobre los nikkeis de todo el mundo buscando en nuestro inmenso archivo. Explora la sección Journal
¡Buscamos historias como las tuyas! Envía tu artículo, ensayo, ficción o poesía para incluirla en nuestro archivo de historias nikkeis globales. Conoce más
Nuevo Diseño del Sitio Mira los nuevos y emocionantes cambios de Descubra a los Nikkei. ¡Entérate qué es lo nuevo y qué es lo que se viene pronto! Conoce más