No sé cuándo llegaste a mi vida, solo sé que ahora eres parte de ella, de mi cultura, de mis raíces, de mis recuerdos, de ser nikkei, de algo muy importante: “el ser uchinanchu1”.
Cuando te veo a veces eres una flor, otras una mujer que me sonríe, que me enamora, o tal vez una madre embarazada que lleva en su vientre un tesoro. Dicen que antes eras solo para los nobles, ahora eres tan democrática que eres para todos. Invitada especial en las celebraciones más felices de nuestras vidas: como en un cumpleaños, tambi&eacu…