Beto Shiroma estrecha la mano con fuerza. Parece estar al tope de energía, como si el día recién hubiera empezado, aunque ya casi ha caído la noche cuando se realiza la entrevista y fácil ha tenido una jornada agitada, como cada vez que llega al Perú.
Es paradójico: tiene una agenda apretada en el Perú, anda de aquí para allá, lo llaman de todos lados, así que en teoría debería estar cansado; sin embargo, es como si el ajetreo le inyectara energía. El Perú ejerce un notable influjo sobre …