>>Parte 1
En 1918, Leonie, la madre del escultor Isamu Noguchi, envió a Isamu a los Estados Unidos cuando él tenía 13 años para entrar en el Interlaken School, una escuela secundaria pública en el estado de Indiana, Estados Unidos.
Probablemente Isamu no quería asistir a esa escuela, porque desde entonces tuvo una vida difícil con una sensación de profunda soledad y esa escuela trabajaba bajo el esquema de residencia; sin embargo, durante aquella época, conoció parte de la obra de William Blake, pues debido a que sus padres eran literatos, Isamu creció en un ambiente en el que estaba presente la literatura.
Finalmente, en 1919, Isamu ingresó al colegio con la intención de ser artista. De esta manera se volvió asistente del escultor Gutzon Borglum, quien le comentó que no tenía talento como escultor. Aunado a ello, su tutor, el Dr. Edward Lumley, le aconsejó el estudio de la medicina, y al sentirse frustrado como artista, decidió seguir este consejo. Unos años más tarde, en 1923, se trasladó a Nueva York, donde ingresó a la Universidad de Columbia ganándose la vida trabajando en un restaurante por las noches. Por aquella época, su madre Leonie regresó a los Estados Unidos después de 17 años de estancia en Japón e Isamu se fue a vivir con ella a Nueva York. Esta convivencia fue muy positiva para el futuro del artista, pues su madre, quizá viendo en su hijo una profunda decepción, le animó a seguir su vocación artística.
Así fue como en 1924, Isamu comenzó a asistir a la clase nocturna de escultura en la escuela de arte Leonardo da Vinci, aun estando matriculado en la universidad. Pronto su talento floreció, e incluso fue equiparado su talento con el de Miguel Ángel, el cual pudo mostrar inmediatamente mediante una exposición. Su padre, tal vez en desacuerdo con su vocación, no le permitió utilizar su apellido, a lo cual el artista hizo caso omiso. Después de que el director de la escuela de arte le recomendara dedicarse a la escultura, Isamu abandonó la medicina y montó su taller plástico en Greenwich Village, Nueva York.
En 1926, Isamu conoció la obra de Constantin Brancusi –quien fuera el más famoso escultor rumano influido por Auguste Rodin y uno de los primeros artistas del arte moderno- en la Brummer Gallery en Nueva York, y se emocionó intensamente con ella por lo que la convirtió en una de sus influencias; hacia 1927, el escultor emigró a París como becario de arte, donde trabajó como asistente del maestro Brancusi estudiando en la Academy de la Grande Chaumiere y la Colarossi School constituyendo este hecho como un gran impulso a su carrera.
**Artículo publicado originalmente en el Boletín Informativo Nichiboku Kyoukai, de la Asociación México Japonesa, A.C. Nº 141 (enero 2010)
© 2010 Koji Hirose