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Alfredo Kato: En los ojos de un periodista nikkei

Alfredo Kato entrevistando a la actriz japonesa Kyo Machiko en agosto de 1973. (Crédito: Archivo personal)

Los periodistas son espectadores de la realidad, capaces de descifrarla en un código sencillo que nos da luces sobre lo que entendemos por actualidad.

Alfredo Kato Todio tiene 81 años y una mirada que, desde muy joven, se distinguió de los demás para hacerse de un nombre en el periodismo de espectáculos, ese que ahora en el Perú parece intrascendente, al igual que la temática que aborda. Hablar con él sobre periodismo, su carrera y la comunidad nikkei parece una forma de mirar al pasado y al futuro al mismo tiempo.

Cuenta que desde chico le gustaban los espectáculos, el cine y sus estrellas. Nació y creció en Cañete, al sur de Lima. Cuando ocurrió la Segunda Guerra Mundial, su papá decidió esconderse en Lunahuaná. Era natural de Fukushima y en Perú se dedicaba a la peluquería. En 1947, cuando Alfredo, el mayor de cinco hermanos, tenía 10 años, se mudaron a Lima. “Mi padre fue uno de los primeros que preparó el pescado al vapor”, cuenta.

Su restaurante del centro de Lima se volvió conocido, a pesar de que no tenía nombre, por su cebiche de conchas de abanico. Alfredo ayudaba a su papá, quien quería que él se dedicara a la odontología. “Postulé a San Marcos pero no la agarré, yo le dije a mi papá que quería ser periodista. Desde chico estaba suscrito a revistas de espectáculo de Argentina que me llegaban por correo”, dice este periodista que encontró en la Universidad Católica del Perú la oportunidad de dedicarse a este oficio.

Siguiendo la vocación

“Te vas a morir de hambre”, fue la advertencia del padre antes de que Alfredo empezara a estudiar Comunicación en las noches, mientras de día seguía ayudando en el negocio familiar. Aquel pionero Instituto de Periodismo, fundado por Matilde Pérez Palacio, tuvo entre sus docentes al notable periodista Sebastián Salazar Bondy y al catedrático Jorge Puccinelli. Alfredo Kato recuerda que fue compañero de Alfredo Vignolo, otro destacado periodista.

Los caminos del periodismo lo llevaron a vivir diferentes experiencias. Aquí junto al político Víctor Raúl Haya de la Torre (1963). (Créditos: Archivo personal)

“En 1962 se presentó un concurso para ser redactor de, editado por La Prensa. Nos presentamos muchos, Guillermo Thorndike nos hizo pasar tres pruebas y yo logré ingresar junto a Alejandro Sakuda”. Luego fue redactor de La Prensa, donde trabajaron otros nikkei como Ricardo Fujita, Pedro Shiguemoto, Julio y Enrique Higashi. Allí se encargó de temas judiciales, políticos y, finalmente, de las páginas de espectáculos que tanto le interesaban desde niño.

“Recuerdo que debía ir al aeropuerto para esperar a ver si llegaba alguien importante y poder hacerle una entrevista”, recuerda Kato, quien como reportero aprendió a tomar riesgos para conseguir exclusivas, a diagramar para asumir mayores responsabilidades en el diario y a hacer un periodismo crítico cuando empezó a dedicarse al espectáculo. “En una ocasión, viajé a México y me quedé un mes, desde allá empecé a mandar notas y entrevistas con grandes artistas de la época”.
 

La crítica televisiva

Pero si algo identifica la carrera periodística de Alfredo Kato es la crítica televisiva, que empezó en el suplemento 7 Días, del diario La Prensa, donde tenía la columna “Quién TV”. Luego ingresó al diario El Comercio, en 1984, época en que el periódico daba un salto a la modernidad con el off-set y el sistema computarizado. Allí publicó su célebre columna “El mirador”. El director, Alejandro Miró Quesada, le dijo un día: “¿sabe qué es lo primero que lee mi esposa del periódico? Su columna, me la lee en voz alta”.

Tal era el impacto de su columna que sus comentarios positivos o negativos tenían una gran influencia, a pesar de su brevedad. Hasta hoy es recordado por muchos periodistas y críticos que han destacado su honorabilidad, compromiso ético y su seriedad en todo momento, lo que lo hizo merecedor del cariño y el respeto de los artistas. Podía escribir de cine, arte, música, publicidad o teatro, sin dejar de lado el plano internacional.

“Siempre hemos sostenido que el elemento principal de todo programa de radio o televisión es el libreto, y que dichos medios de comunicación deberían preocuparse en formar sus respectivos equipos de libretistas, para elevar el nivel de sus programas”, escribió en s columna que se publicó hasta los años 2000, junto a una carta del lector en que se dirigían a él como “Señor Mirador”. En 2004 se jubiló, luego de haber sido editor de las páginas de espectáculos y de haber sentado cátedra de un oficio que hoy parece escaso. 

Como periodista y crítico de televisión, Alfredo Kato tuvo oportunidad de entrevistar a muchas estrellas. Aquí con Julio Iglesias. (Crédito: Archivo personal)


Lecciones aprendidas

Alfredo Kato no tiene celular, hace unos años mantenía una página web personal pero ahora ha mudado los contenidos de su antigua columna a Facebook, donde su hija lo define como “periodista de toda la vida y promotor del buen periodismo: certero y preciso. Fanático del cine japonés, de las películas de antaño y de los musicales”. Hablar con Alfredo es remontarse con facilidad a un pasado donde el periodismo gozaba de elegancia.

Hoy, esa parece la principal carencia de los tiempos sin tiempo para investigar y escribir con formalidad. En el pasado quedó la costumbre de hacer de las salas de redacción un lugar de aprendizaje. Kato recuerda la famosa “escuelita” de Guillermo Thorndike, en La Prensa, quien reunía a los redactores y les hacía leer en voz alta sus textos publicados para que identificaran sus errores. Los viajes también fueron un medio de aprendizaje, en especial cuando se hacían difíciles.

En un artículo publicado en Perú Shimpo, donde fue colaborador, recuerda: “me designaron para que fuera a informar sobre una nave de Faucett que se había perdido en la selva central, por La Merced, San Ramón, etc. Los periodistas colaboramos en la búsqueda y todas las mañanas sobrevolábamos la zona, tratando de ubicar abajo, entre la espesura, algo que brillara. Y cuando el avión fue hallado en el pico de un cerro, tuvimos que ayudar a cargar los cuerpos de las víctimas”.

Periodista nikkei

Kato está dentro de ese selecto grupo de periodistas nikkei referenciales, junto a su amigo Alejandro Sakuda, recientemente fallecido, Ricardo Fujita, Pedro Shiguemoto, Samuel Matsuda, Félix Nakamura, entre otros. Si bien aclara que nunca sintió un trato diferente por ser nikkei, siempre se sintió atraído por la cultura japonesa y sus valores. Uno de ellos puede ser la solidaridad. Recuerda que en una ocasión conoció a Juan Makino Tori, cantante folclórico conocido como “El samurái del huayno”.

“Él tenía un hermano en Japón y no sabía nada de él. Como yo era corresponsal de una revista de Japón, escribí su historia y lo ayudé a buscarlo, él estaba muy feliz de saber que estaba vivo pero no llegaron a reencontrarse”. Esta pequeña anécdota describe en cuerpo entero a Kato, quien usó el periodismo de manera noble, aunque sus críticas fueran muy temidas, y que en sus últimos años como columnista recomendó en las páginas dedicadas a la televisión, no dejar a los niños verla.

“Muchos programas violentan las conciencias poco formadas, imponen prejuicios y avivan las pasiones malsanas o, en su defecto, abusan de su confianza, mediante la presentación tendenciosa de los hechos”. Alfredo Kato, quien también fue docente de periodismo, prefiere no ver la televisión actual y del periodismo televisivo rescata a algunos nombres, pero mantiene la vena crítica: “hoy los periodistas tienen de todo, pero se deben enfocar en la noticia, no en lo que pudo ser”.

Sentado frente a un café en el Centro Cultural Peruano Japonés, amigos y conocidos que pasan por ahí no dejan de detenerse a saludarlo. Desde ese rincón del prestigio y la humildad, Kato se alegra de la unión que ha mantenido la colonia peruano japonesa y de los emprendimientos valiosos que se hacen por la cultura. “Ser nikkei es mucho más que ser descendiente de japoneses”, señaló en una entrevista, es “sacar lo mejor de ambas culturas”1. Kato es un nikkei por sus cuatro lados.

Hace cinco años, Alfredo Kato recibió un reconocimiento del Colegio de Periodistas de Lima por su brillante carrera. (Créditos: Perú Shimpo)


Nota:

1. Entrevista - Alfredo Kato: "¿Qué significa Nikkei para tí?" (7 de octubre de 2005, Descubra a los Nikkei)

 

© 2019 Javier Garcia Wong-Kit

Alfredo Kato periodismo periodistas Perú
Sobre esta serie

Periodistas nikkei de diversas generaciones nos cuentan su experiencia como profesionales en este ámbito, sus reflexiones sobre la identidad nikkei y sus perspectivas sobre las nuevas generaciones de descendientes japoneses.

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Acerca del Autor

Javier García Wong-Kit es periodista, docente y director de la revista Otros Tiempos. Es autor de Tentaciones narrativas (Redactum, 2014) y De mis cuarenta (ebook, 2021). Escribe para Kaikan, la revista de la Asociación Peruano Japonesa. 

Última actualización en abril de 2022

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