Sofía Pichihua no es una otaku cualquiera. Esta fanática del manga, que empezó siguiendo los animes que se emitían por televisión, allá por el año 2000, se ha convertido en la más grande coleccionista de Cardcaptor Sakura, el manga de CLAMP, un cuarteto femenino de dibujantes japonesas que le dieron vida a Sakura Kinomoto, una niña que descubre que posee poderes mágicos tras haber liberado un conjunto de cartas halladas en un libro.
Sofía cuenta que desde chica veía anime a través de la señal abierta, pero que fue con el personaje de Sakura que se sintió una verdadera otaku. “Me marcó, fue mi primer anime, me sabía todo de memoria, los personajes, sus gustos… todo lo que te puedas imaginar”. Recuerda que uno de los primeros objetos que coleccionó fue una serie de fólderes de Vinifan que se vendían con el diario La República que le compraron sus papás.
Luego hizo una página web y empezó a participar en foros como los de Animekai, de México. “Era moderadora del foro sobre Sakura, quería ser la que más supiera sobre este personaje”. Ya cuando ingresó a la Pontificia Universidad Católica del Perú, se unió a Anime H, un grupo que se reunía durante los jueves culturales para ver películas y compartir su afición por el anime y manga.
OTAKU DIGITAL
En su oficina de la agencia Andina, donde administra las redes sociales, Sofía recuerda que en 2005 hizo un blog que también se llamó Anime H, y desde el cual informaba sobre las conferencias de manga que había en Lima y hacía entrevistas sobre producción de anime y cinematografía. Fue lo que dio origen a Otaku Press, el blog que apareció en 2011 en el diario Perú 21, donde laboraba, y que ahora continúa desde su dominio propio.
En 2014, viajó a México para asistir a La Mole Comic Con, un evento internacional donde hizo entrevistas y siguió adquiriendo productos para su colección personal de Sakura. Fue en ese año que decidió que quería postular al Récord Guinness, motivada también por otro otaku peruano que ya estaba en este famoso registro: Jorge Vásquez, quien reunió 1.792 piezas sobre Los Caballeros del Zodiaco.
“Él me motivó y se lo he dicho. Así fue que empecé a hacer un inventario de todo lo que tenía, a buscar en mis cajones y a conseguir las piezas básicas que creía que no debían faltar en una colección”. Sofía tenía todos los tomos del manga (la historieta impresa) que se habían traducido al español, menos el primer número y la edición 11. Por suerte, pudo conseguir el primero (“Demoré dos años en tenerlo”, cuenta con emoción), pero el once sigue inhallable.
OFICIO DE COLECCIONISTA
No es fácil ser un coleccionista. El oficio requiere, además de un presupuesto, orden para clasificar todos los productos y conocer el mercado. Sofía Pichihua señala que ha comprado productos de Perú, México, España, China y, por supuesto, Japón. Tiene un contacto para importar estos artículos, que van desde figuras, videojuegos, DVD y discos, hasta carteras, afiches, llaveros, lapiceros y toallas.
“Hay artículos que pueden costar entre 200 y 500 dólares. Hay hasta zapatos, pero no de mi talla”, dice Sofía, cuyo producto más valioso es un Gameboy dedicado al personaje del que también tiene cintas VHS. Cuenta que se contactó con otros fanáticos de Sakura y que ninguno quiso vender los artículos que coleccionaba. “Es usual encontrar coleccionistas que quieren lograr el Récord Guinness”.
De acuerdo con Sofía, existen 21 Récord Guinness vinculados al manga y anime (incluido el que ella obtuvo), lo cual no debería causar ninguna sorpresa para quienes han recorrido el Centro Comercial Arenales, en el que se ofrecen artículos relacionados con estas historietas, o para quien ha asistido a los festivales para otakus y cosplayers que se realizan en Lima. Se trata de fans apasionados y entregados a esta forma de la cultura japonesa.
ALCANZAR EL RÉCORD
Tampoco es fácil postular al Récord Guinness. Desde que se aplica a la postulación a través de una solicitud digital pueden pasar de tres a seis meses para ser aceptado. Luego, hace falta registrarse en su plataforma y enviar un registro de los ítems siguiendo las reglas de esta organización internacional fundada en 1951. Una de sus normas indica que cada uno de los artículos debe ser único, es decir, los productos repetidos no se cuentan.
Siguiendo las reglas, Sofía debió buscar a dos testigos, una persona con reputación y otra que sea conocedora del rubro en el que postula. Eligió a una abogada y a Ana Takahashi, profesora de japonés en la Asociación Peruano Japonesa. Con ellas debía grabar un video en el que se demostrara que poseía más de mil artículos de la serie, con la dificultad de ir contando uno por uno.
La grabación final duró cerca de tres horas en las que Sofía demostró tener 1.086 artículos. “Postulé el 2016, año en el que se cumplían 20 años de la aparición de Sakura y el año en el que volvía a aparecer el manga”, explica. Sin embargo, el proceso de la organización hizo que recién este año le informaran que había cumplido los requisitos y que había obtenido el récord. Unos días después, fue anunciado en la web oficial y le enviaron desde Londres el certificado que lo confirma.
Antes de que termine la entrevista, y luego de recibir las felicitaciones de una compañera de oficina que pasa a saludarla, Sofía abre su cartera de Sakura y me muestra la cartera y su agenda del mismo personaje. En días previos, el diario español El País la entrevistó antes de conocerse su récord para un artículo que se tituló “La cultura anime triunfa en Lima”. En ese triunfo, plagado de fanáticos y eventos que siguen creciendo en la capital, Sofía tiene ya su nombre escrito al lado del de su personaje favorito.
* Este artículo se publica gracias al convenio entre la Asociación Peruano Japonesa (APJ) y el Proyecto Discover Nikkei. Artículo publicado originalmente en la revista Kaikan Nº 108, y adaptado para Discover Nikkei.
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