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Hay una serie de impedimentos que inhiben la unidad cubano-japonesa en Cuba. Aquí proporciono algunas cuestiones que deben abordarse para facilitar instituciones japonesas mejores y más fuertes en Cuba.
Se ha mencionado el pequeño número de cubanos con ascendencia japonesa y, como ocurre con otros pueblos que se asimilan a un país de acogida, a medida que pasa el tiempo, más difícil puede resultar preservar la lengua y otros componentes de una cultura.
Los cubanos japoneses no tienen muchos recursos monetarios, lo que les ocurre a casi todos los cubanos. Los funcionarios del gobierno cubano a menudo tienen acceso a mejores viviendas, atención médica, alimentos y otros privilegios que están fuera del alcance del cubano promedio. Esta falta de dinero impide la construcción de museos, escuelas e instituciones que podrían promover la lengua y la cultura japonesas. A diferencia de los nisei ricos de Estados Unidos, Brasil o Perú, que tienen grandes poblaciones japonesas, en Cuba no hay nikkei ricos que puedan donar dinero para promover las instituciones culturales japonesas. La combinación del pequeño tamaño de la comunidad japonesa y la escasez de recursos monetarios impide su capacidad para promover su cultura.
La verdad del asunto es que el gobierno japonés podría hacer más para apoyar los esfuerzos de la comunidad cubana japonesa. Olga Miyako Kato señala: “Solía recibir revistas de la embajada sobre temas de Japón. Pude aprender sobre Japón a través de estas revistas. También solían viajar por todo el país visitando comunidades japonesas. Este ya no es el caso”. 1 Durante la Octava Convención Panamericana Nikkei en 1995, el embajador japonés en Perú instó a los delegados a “dejar la cultura tradicional japonesa a la tercera y cuarta generación que son las generaciones Nikkei en el mundo. Quisiera pedir la colaboración de todos los participantes, para que la tercera y cuarta generación pasen de ser simples nikkei a convertirse en nikkei de trascendencia internacional”. 2
Aparentemente, el gobierno japonés no debe haber tenido realmente la intención de incluir a Cuba. Las subvenciones culturales japonesas totalizaron sólo 190 millones de yenes (alrededor de 1,6 millones de dólares al tipo de cambio actual) entre 1975 y 2004. 3 La Ayuda Oficial al Desarrollo del Japón en todo el mundo en 2004 fue de 8.900 millones de dólares y aumentará en 10.000 millones de dólares en los próximos cinco años. 4 Dado que las relaciones entre Japón y Cuba han ido mejorando durante los últimos siete años, el aumento de las relaciones diplomáticas puede resultar en un aumento de la ayuda japonesa.
En el pasado, a Japón le preocupaba que Cuba no pudiera pagar sus préstamos, particularmente después de la pérdida de los subsidios soviéticos a principios de los años 1990. La presión política del gobierno de Estados Unidos también ha disminuido y ha permitido intercambios de alto nivel entre funcionarios cubanos y japoneses. Los ex primeros ministros Ryutaro Hashimoto y Junichiro Koizumi se reunieron con Fidel Castro y otros funcionarios cubanos para discutir áreas de cooperación y desarrollo económicos.
La infraestructura de transporte hace que sea difícil, si no imposible, que los cubanos japoneses viajen a un evento como Obon. Es demasiado caro y consume mucho tiempo hacer el viaje desde Cuba continental hasta Isla de Pinos.
El sistema de transporte público es único, por decir lo menos. Hay autobuses turísticos de Víazul que son más caros y lujosos. Hay un segundo nivel de autobuses, la línea Astro, que también son grandes autobuses chárter. Las diferencias son que carecen de aire acondicionado, parecen tener más líneas funcionando y en su mayoría están reservados para ciudadanos cubanos o estudiantes extranjeros que estudian en Cuba y que pueden proporcionar una identificación universitaria cubana. Tanto Víazul como Astro están dirigidos por el gobierno. El tercer nivel es el sistema de camiones que opera a nivel local. Hay ciertos lugares en la mayoría de las ciudades donde una persona con un camión de plataforma, a veces un autobús pequeño, o a veces un tractor con remolque, fija un tiempo arbitrario y cobra unos pocos pesos por el pasaje. La única forma de saber el horario es preguntarle a un local. Si el camión no se llena entonces el conductor podrá decidir cancelar el viaje para esa hora o día.
Estas condiciones hacen muy difícil, desde el punto de vista de costos y tiempos, que los cubanos puedan viajar a cualquier lugar de la isla. La única ruta a la Isla de la Juventud es en un hidroala soviético desde el Surgidero de Batabanó. Un boleto solía costar $11 pesos convertibles ($11USD) por trayecto, pero el gobierno cubano ha patrocinado recientemente un programa que hace que el viaje sea completamente gratuito para todos.
En mi conversación con los funcionarios del hidroplano pareció que el cambio de política se produjo sin previo aviso, lo que me lleva a creer que podría cambiar una vez más. Si bien este subsidio ayudaría a los cubanos japoneses a viajar a Isla de Pinos para el festival Obon que se celebra una vez al año, todavía resulta difícil para las familias realizar el viaje con todos los costos asociados de alojamiento, comida y gastos incidentales. Se necesita un sistema de transporte nacional más barato y eficiente, además de poner más dinero en manos de los cubanos para que los cubano-japoneses de toda la isla puedan congregarse para reuniones y eventos.
La infraestructura de comunicaciones impide que todos los cubanos se comuniquen entre sí. Casi todo el mundo en Cuba tiene un teléfono, o al menos acceso a uno, pero el resto del mundo sabe lo eficaces que pueden ser el correo electrónico y Internet para organizar la sociedad civil. Es ilegal que el cubano promedio tenga acceso a Internet, debido al temor a la influencia del mundo exterior. Sólo se concede permiso a funcionarios gubernamentales, profesores, agentes de viajes y otras personas que tengan una necesidad específica de acceso a Internet.
Sin embargo, estaba en una casa donde a un profesor se le permitía acceso a Internet en su casa y alguien había empalmado la conexión a otra casa. Se desconoce el número de usuarios de Internet no autorizados en Cuba que obtienen acceso a Internet de esta manera.
Si los cubanos japoneses tuvieran acceso a Internet, ayudaría a facilitar la organización y la comunicación a gran escala. La Asociación Cubana Japonesa podría crear un boletín trimestral en línea que brinde actualizaciones sobre los nikkei cubanos, quienes también podrían acceder a material educativo en línea para ayudar a aprender sobre el idioma, la música, la danza y la cultura japonesa a través de multimedia, foros de discusión en línea y servicios de video en vivo y mensajería instantánea que podría conectarlos con otros japoneses en todo el mundo.
Conclusión
Los nikkei cubanos son un grupo pequeño y dinámico cuya identidad única se desvanece rápidamente con el paso del tiempo. Con cada generación sucesiva, el matrimonio interracial se vuelve más común y el linaje japonés se está diluyendo. La ausencia de organizaciones y grupos institucionales japoneses fuertes está inhibiendo la capacidad de la comunidad cubana japonesa de promover la historia y el impacto de los japoneses en Cuba. La influencia japonesa en la historia de Cuba ha sido significativa, pero ampliamente desconocida. El impacto potencial de la comunidad nikkei cubana en el futuro de Cuba es significativo, aunque dependerá principalmente de dinamizar a la juventud nikkei cubana, obtener el apoyo del gobierno cubano a través del reconocimiento oficial de la Sociedad Cubana Japonesa y mejorar la comunicación y los esfuerzos de extensión y toda la comunidad. Será interesante ver no sólo cómo se adaptará toda Cuba al inminente fallecimiento de Fidel Castro, sino específicamente cómo se verá afectado el nikkei cubano, si es que será diferente al resto de cubanos. Sin embargo, una cosa es segura: se necesita un cambio, ya sea gradual o rápido, para fortalecer a la comunidad nikkei cubana y permitirles reconectarse con su pasado y avanzar hacia el futuro.
Notas:
1. Entrevista. Olga Miyako Kato. La Habana, Cuba. 27 de julio de 2006.
2. Masterson. Los japoneses en América Latina. Pág. 276.
3. Gobierno japonés. “ Relaciones MOFA-Japón-Cuba ”. Septiembre de 2006. Consultado el 9 de diciembre de 2006.
4. CIA World Factbook-Japón . 30 de noviembre de 2006. Consultado el 9 de diciembre de 2006.
También: gobierno japonés. " Iniciativa MIRAI y otras nuevas mejoras de la estructura de préstamos en yenes ". 31 de marzo de 2006. Consultado el 9 de diciembre de 2006.
* Este artículo es un extracto del proyecto de investigación de maestría, “Cubanos japoneses: pasado, presente y futuro”, de Christopher David Cheng (Instituto Middlebury de Estudios Internacionales en Monterey, 19 de diciembre de 2006).
© 2006 Christopher David Cheng
