(Japonés) Fui a una fazenda llamada Dumont en Riberon Preto. Fui pero no había cafe. Había grandes árboles acá y allá pero había poco cafe en esas plantas. Pero si lo hacía fuerte se enojaban entonces lo hacia despacio, si no lo hacía así no había cafe. Era así.
Así vine al Brasil, no había cafe, tenía poco dinero. El campo donde estábamos nosotros era donde más japoneses había. Pedí a un traductor de Río que me traduzca, negocié con el fazendero. Y luego el lo admitió. Fue así que todos abandonaban el campo. Pero no se escapaban de noche. (risa) Se iban en forma legal del campo.
Entonces, dejamos el campo en 2 tandas. En aquel entonces, en el noroeste se estaban construyendo vias de ferrocarril. Fui a trabajar allí. Otras personas mientras trabajaban en Santos esperaban algun barco japonés. Pero no venía. Otros se fueron a la Argentina. Otros a San Pablo. Así se dispersaron. La primera tanda fue así.
En mi caso, también fue así. La colectividad japonesa me reprochaba mucho. Que no había cumplido el contrato de 6 meses y que debía cumplirlo. Entonces yo decía que “no” pero ellos insistían que la dedua iba a ir a mis padres. Le respondía “no hay problema, que lo den”(risa)
Fecha:
Zona: Brasil
Contributed by: Caminho da memória - 遥かなるみちのり. São Paulo, Brazil: Comissão de Elaboração da História dos 80 Anos de Imigração Japonesa no Brasil, 1998. VHS.