No había pánico, creo que era ese estoicismo que tienen los japoneses. Mis padres no demostraron pánico ni nada. Ellos decían, más bien, “Bueno, lo que será, será” o como se dice en japonés, “shikataganai”. Ellos no pensaban que iban a ser expulsados… Mi padre esperaba que el FBI lo capturara porque él practicaba artes marciales; pero no fue capturado con la primera orden del FBI, sino que fue capturado tiempo después.
Mi madre pensó que también sería capturada porque era una maestra de escuela japonesa. Pero cuando regresó a Japón para prepararme para ingresar a la Universidad de Keio, una profesora sustituta reemplazó a mi madre en Compton Gakuen. Su nombre aparecía en la lista del FBI, de modo que esta profesora sustituta fue capturada por el FBI. Aquí mi madre aún esperaba su captura, pero nunca fue capturada por la razón que te he contado. Así que en lugar de ir al campo de internamiento del Departamento de Justicia, ella fue al campo de concentración de Manzanar. Mi padre, en cambio, fue al campo de internamiento del Departamento de Justicia.
Fecha: 25 de marzo de 2005
Zona: California, EE.UU.
Interviewer: Sojin Kim
Contributed by: Watase Media Arts Center, Japanese American National Museum