El banquete que hace a una familia

Mientras llegamos a la entrada del garaje de mi tía Nesan, hay grava traqueteando debajo de las ruedas de nuestro auto. Después de detenernos, mi esposo Josh y yo desabrochamos a nuestras dos niñas del asiento trasero. Nos acercamos a la casa arrastrando frazadas y peluches. Toco suavemente la puerta mosquitero.
“¡Feliz Año Nuevo! ¡Pasen!” nos recibe alegremente mi tía de ochentaitantos años. Después de unos abrazos y exclamaciones (“¡las niñas están más grandes!”), preguntamos si podíamos llevar algo a la casa de la tía Sadako, que estaba ...