En 2018, después de muchos años de olvido, se reavivó el interés en Chatham-Kent por recordar los campamentos agrícolas japoneses-canadienses de la Segunda Guerra Mundial en el sur de Ontario. Los funcionarios de Chatham-Kent y la Asociación Nacional de Canadienses Japoneses (NAJC) trabajaron para plantar cinco monumentos y árboles para conmemorar estos lugares y a los jóvenes japoneses-canadienses que vinieron a trabajar en 1942. Sin embargo, había otros campamentos en el condado de Lambton y uno en el condado de Essex para el cual intenté capturar al menos parte de la historia. Esta investigación fue un proyecto para nuestro Elder College local, y se examinó el campamento de “Essex”, ya que estuvo en funcionamiento por más tiempo que cualquier otro lugar y, sin embargo, casi se había borrado de la memoria.
Se planeó que el campamento estuviera en la ciudad de Essex, en el recinto ferial local, y estuvo sujeto a los habituales argumentos de venta por parte del gobierno al consejo local. El pueblo decidió celebrar una reunión pública sobre el tema que resultó un fiasco ya que prácticamente todos los asistentes no estaban a favor. Luego, el gobierno dijo que no instalaría el campamento en la ciudad a menos que los residentes lo solicitaran; sin embargo, en dos semanas llegarían a la zona los jóvenes que estaban siendo reclutados. Esto llevó a los funcionarios a ubicar el campamento en Gosfield North Township en North Ridge, que hasta el día de hoy ni siquiera es una aldea. Esto estaba a unas dos millas de la ciudad de Essex y llegó a ser conocido como el campamento turístico Old Oaken Bucket por las cabañas del mismo nombre. El primer grupo de hombres llegó a una granja local conocida como Switzer Farm y, finalmente, también se utilizaron las cabañas.
Lamentablemente, no se conservaron fotografías ni registros formales, pero leyendo los periódicos locales de todos los años, examinando los registros de la ciudad y entrevistando a muchos lugareños ancianos, se puede reconstruir una pequeña historia. Inicialmente vinieron diecinueve hombres y el número aumentó a treinta y seis en 1943. Los hombres trabajaron en cultivos de remolacha alrededor del condado de Essex y también en otros cultivos a medida que avanzaba la temporada. Se desespichó maíz, se recogieron fresas y tomates y hay registros de que los hombres se hospedaron en diferentes lugares según lo dictaran las necesidades. Hubo quejas por bajos salarios, ya que no se podían alcanzar los ingresos mencionados inicialmente, y algunas pequeñas perturbaciones en el trabajo.
Este campamento probablemente fue típico de todo el proyecto en el sentido de que a medida que avanzaba la temporada hubo una creciente aceptación de los trabajadores por parte de los agricultores y hay informes de que competían entre sí por los servicios de los Nisei. Se informó, también, que al final de la temporada de crecimiento hubo una petición al gobierno en apoyo de los hombres. Los portavoces de la empresa de remolacha azucarera también hicieron declaraciones sobre cómo estos hombres habían sido decisivos para conseguir la necesaria cosecha de remolacha.
Desafortunadamente, también era típico que a veces hubiera tensión entre algunos de los residentes y los Nisei. Entrevisté personalmente a una señora que me dijo que cuando era niña los otros niños la asustaban diciéndole “los japoneses te van a atrapar” y ella siempre iba en bicicleta por el campamento lo más rápido que podía. El ayuntamiento de Essex también apoyó a la Legión local que, siguiendo el ejemplo de la organización nacional, pidió que todos los japoneses fueran enviados a campos de concentración. Los hombres iban a la ciudad, salían a comer, jugaban al billar y, sobre todo, iban al cine, pero había un trasfondo de desconfianza.
Al final de la temporada de 1942, muchos hombres se quedaron en el sur de Ontario y algunos trabajaron en un almacén local. Como se trataba de un acuerdo privado, no pude documentar dónde se hospedaron, pero tenía que ser local ya que no había transporte disponible. Si bien algunos residentes pueden haber tenido dudas, parece que estos hombres desempeñaron un papel en la complementación de la fuerza laboral local.
En 1943, el gobierno no logró reclutar a muchos trabajadores y, por una razón desconocida, sólo se reabrió el campo de “Essex”, aunque con algunos retornados, algunos de otros campos y algunos hombres nuevos. Los malos informes enviados por los hombres durante el primer año parecieron disuadir a los Nisei de participar en este trabajo. Habría menos restricciones y no habría presencia directa de la RCMP, pero un incidente en junio pareció resumir todo el programa. El sábado 5 de junio de 1943, dos lugareños acusaron a cinco nisei de no pagar un juego de billar la semana anterior. Las cosas pronto se intensificaron y el propietario tuvo que cerrar las puertas mientras una multitud se reunía amenazando con acciones violentas. Se tuvo que llamar a la RCMP y a la policía de Windsor para dispersar a la multitud y, durante el interrogatorio policial, los protagonistas admitieron que se habían equivocado de hombre.
La noche siguiente se celebró una reunión especial en la Legión y el resultado fue que se requería más presencia de la RCMP y que ningún Nisei podía estar en la ciudad el sábado por la noche y tenía que salir a las 10:30 las demás noches. Esas noches había un agente de policía apostado en la ciudad. El gran periódico local, The Windsor Star , editorializó que se debe mantener mano dura sobre la situación y que “si los japoneses son verdaderamente leales, que lo demuestren sometiéndose a cualquier regla y restricción que se les imponga”. (8 de junio de 1943)
Curiosamente, después de esto, nunca más se hizo ninguna mención, que pude encontrar, sobre el campamento o programa. Pareció desvanecerse y sufrir una muerte merecida. Si bien es posible que los agricultores hubieran querido y necesitado a los hombres, la voluntad gubernamental de impulsar este tipo de programa, así como la falta de voluntad de los Nisei para trabajar en estos campos, sonaron la sentencia de muerte. Encontré algunos informes no confirmados de un campo en 1944, pero si existió, no se hizo público.
Cuando era niño y crecía en la década de 1960, a una milla de la granja original donde llegaron los primeros hombres, nunca se habló ni se mencionó estos eventos. Ahora que todos los trabajadores se han ido y los recuerdos se están desvaneciendo, existe la voluntad de hablar sobre ellos y una clase que di sobre el tema en nuestro Elder College local atrajo mucho interés, así como un artículo de página completa en el mismo Windsor Star . Se espera que podamos obtener suficiente cooperación para colocar un monumento conmemorativo adecuado para que estos eventos no se pierdan en el tiempo.
© 2019 Gary Wells
