Descubra a los Nikkei

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Los Nikkeis que hay en el mundo - Desde fines del Shogunato hasta hoy - Parte 1

Se dice que en el mundo hay aproximadamente unos 3.5 millones de nikkeio sea japoneses y sus descendientes que residen en el exterior. Desde luego, hay nikkei de tercera o cuarta generación que no se sienten identificados con esta definición; sin embargo, según los datos del Ministerio de Asuntos Exteriores de Japón, hay 1.330.000 japoneses en el exterior que están por trabajo o alguna razón familiar, de los cuales 870.000 residen a largo plazo y otros 460.000 de manera permanente2.

Los nikkei en el mundo, 2016, Website de Kaigai Nikkeijin Kyokai

Antes de Meiji (1868), el Japón estaba gobernado por un Shogunato donde se implantó el “aislamiento internacional”, aunque de manera limitada porque mantuvieron nexos con el exterior a través del Puerto de Nagasaki. Por otra parte, durante los Tokugawa, por la prohibición del cristianismo, algunos japoneses convertidos huyeron a Macao (territorio portugués), a Manila y a Mindanao, en Filipinas. Tampoco hay que olvidar que antes de esa política de aislamiento, mantuvieron un comercio en ocasiones fluído con los reinos de Ryukyu (Okinawa), de la Península Coreana y desde luego con el Imperio Chino. Y en el siglo XIII Japón experimentó dos invasiones de los mongoles3 y en el siglo XVI TOYOTOMI Hideyoshi emprendió una enorme campaña militar en Corea4. En ambos casos, el contacto con el exterior fueron a través de un enfrentamiento armado.

La verdadera apertura al exterior se ve obligado con la llegada del Comodoro Perry, en 1853, de los Estados Unidos. Y 15 años después, con el inicio del gobierno de Meiji (1868) parten los primeros inmigrantes japoneses, un grupo de 153 personas, al Reino de Hawaii. Este programa había sido acordado entre el Shogunato y el Rey de Hawaii (todavía no era parte de los EE.UU), pero por la inestable situación política reinante estos colonos salieron de Japón sin el permiso de salida ni con sus respectivos pasaporte. De todos modos, este grupo que fue llevado por una firma contratista es el primer grupo reconocido de japoneses que van al exterior en calidad de colonos para trabajar en el exterior. Posteriormente, ya con los papeles en orden, hasta los principios del siglo XX, salen innumerables grupos hacia la costa oeste de Estados Unidos, Perú, Bolivia, México, Brasil, Argentina, Paraguay, etc. Algunos de manera indirecta o de manera totalmente particular, llegan también a Cuba, Colombia, Venezuela, Uruguay y Chile, entre otros. Y durante la IIº Guerra Mundial se suspende este flujo migratorio, salvo los que van como colonos o empleados públicos o de empresas a territorios ocupados por el Imperio japonés. Y después de la guerra, se retoma nuevamente la inmigración japonesa a los países de Sudamérica y el Caribe.

Se puede decir que los descendientes de japoneses de América Latina tienen una identidad más definida como “nikkei”, pues su organización en colonias agrícolas de Brasil, Paraguay, Bolivia, etc. han permitido estar más concentrados y de esa manera mantuvieron las costumbres, el idioma y las pautas japonesas. De hecho, a sus colonias5 los mismos nikkei los siguen llamando “shokuminchi” porque fueron parte de la colonización agrícola que llevaron a cabo los pioneros japoneses. Es habitual que en las entradas a estos establecimientos haya un enorme cartel de bienvenida que dice “Colonia Japonesa6”. Este concepto de “shokuminchi” suele generar rechazo y repudio en los países asiáticos porque sufrieron la ocupación militar y el dominio político.

Entrada y salida de la Colonia Japonesa San Juan, en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia.

Volviendo un poco al pasado, ¿Cuántos japoneses vivían en el exterior en el año 1940?

Según varias fuentes, señalan que en Brasil residían unos 190.000, en Perú 20.000, en Argentina y México unos 5.000, respectivamente, totalizando unos 230.000 en toda Sudamérica. Y en América del Norte se contabilizan 94.000 en la parte continental de los EE.UU, 92.000 en Hawaii y 20.000 en Canadá. Esto significa que en todo el continente americano había unos 430.000 japoneses y sus descendientes. Es una cifra importante pero si vemos que en ese año Japón tenía 72 millones de habitantes es apenas el 0.6% del total de la población.

Por otra parte, en Asia y en Oceanía, por la misma influencia de la política imperial, indican que había 7 veces más que en las Américas. Solo en Taiwán se observan 350.000 japoneses, en Minami Karafuto (lo que hoy es Sakhalin, en poder de Rusia) 380.000 y en la Península Coreana (en ese entonces era una sola Corea) 690.000. Y en los territorios que de hecho Japón gobernada como es el caso del Imperio de Manchuria residían 890.000 japoneses y en los alrededores de la estratégica ciudad de Dalian, en China, llamado Estado de Kanto-Shu, en calidad de territorio arrendado, unos 200.000, y en las islas del Pacífico Sur (Mariana, Caroline, Marshall, etc.) unos 80.000. Tampoco hay que olvidar que en el extenso territorio chino había 280.000 japoneses, una cifra que supera a toda Sudamérica. Significa que en Asia y las islas del Pacífico Sur habían 2.8 millones de japoneses, lo que equivale al 4 % de la población de Japón de ese momento.

La alta presencia japonesa en Asia no fue solamente por los colonos oriundos de diversas Prefecturas que buscaban salir de la pobreza y el desempleo, sino que muchos civiles eran funcionarios públicos y personal de las empresas que prestaban diversos servicios o acondicionaban infraestructuras. A ese gran número hay que sumar unos 3 millones de soldados que estaban distribuídos en toda la región en sus diversas misiones. Al finalizar la guerra todos estos civiles y militares deben retornar, una vez entregado sus armas, al Japón y se denominan “hikiagesha” (retornados). Sin embargo, en varios países, por diversas razones, desobedecen la orden imperial y se quedan para pelear por la independencia, como es el caso de Indonesia y Vietnam. Estos valientes soldados, suboficiales y soldados, por su profesionalismo y logros en las batallas, fueron y son considerados Héroes de la Patria y Ciudadanos de Honor. Muchos de esos japoneses optaron luego por quedarse en dichos países y hasta obtuvieron la nacionalidad7. En sentido contrario, están los japoneses que fueron perseguidos, asesinados o tomados prisioneros, como ha sido en Filipinas y en muchos territorios de lo que fue el Imperio japonés (Manchuria, Corea y China). Algunos cambiaron de nombre para evitar represalias y jamás regresaron o pudieron regresar a Japón. Desde hace tres décadas atrás, algunos de sus descendientes pudieron demostrar su ascendencia japonesa, en calidad de hijos huérfanos abandonados denominados “zanryu koji8”, como asi también los que quedaron o no pudieron regresar de Filipinas9. Estos descendientes han podido, como los nikkei de América Latina, venir y residir en Japón para trabajar y rehacer sus vidas. De todos modos, su integración no ha sido fácil.

Y en cuanto a los nikkei latinoamericanos en Japón se observa que están optando naturalizarse para obtener la nacionalidad japonesa, principalmente los que tienen muchos años de residencia y piensan que eso podría facilitarles la educación y ubicación laboral de sus hijos. Es notorio que este proceso se ve más en los peruanos que en los brasileños.

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Notas:

1. La Kaigai Nikkeijin Kyokai estima que en el mundo hay unos 3.8 millones de nikkei, sin embargo, esta cifra varía el grado de generación que se incluya. También hay que dejar constancia que en los Estados Unidos, Brasil, Perú y otros países, ya muchos o casi todos los japoneses de la primera generación de la preguerra han fallecido y los nissei (2º generación) son de avanzada edad. Los de 3º y 4º (sansei y yonsei) son los que ocupan el grueso de la colectividad nikkei. Tampoco hay que dejar de señalar que los matrimonios mixtos con locales no nikkei hacen que sea difícil hacer un seguimiento del número exacto de nikkei en cada país.   

2. Datos al mes de octubre de 2016, Ministerio de Asuntos Exteriores de Japón, Zaigai Hojin-su Chosa Tokei.

3. En la era Kamakura hubo 2 invasiones de los mongoles (donde se incluye el ejército conjunto de chinos y coreanos). La 1º se produce en el año 1274 donde el Imperio Mongol envía 900 barcos con 26.000 hombres. Sin embargo, en el contraataque y posterior repliegue se produce una enorme tormenta y muchos de esos barcos se hunden y pierden muchos hombres. El 2º es en 1281 donde incrementan a 4.400 barcos con 140.000 hombres, una verdadera invasión con el objeto de atacar y dominar el Japón, empezando por Kyushu. Sin embargo, antes del ataque principal nuevamente es objeto de una tormenta y gran parte de estos barcos se hunden en el mar.

4. En 1592 se realiza la campaña militar a la península coreana ordenada por Hideyoshi TOYOTOMI denominado “Chosen Shuppei”, compuesto por 160.000 hombres. Y la segunda en 1597 al 98. Por el contraataque coreano se repliegan y dan por terminado la campaña.

5. En el diccionario de la lengua japonesa “Kojien” señala que inmigración “imin” es el acto de colonizar un territorio dentro o fuera del país y residir en el mismo. Y colonizar “shokumin” es emigrar y establecerse en territorio exterior no explotado y desarrollar y dominar esas tierras. O sea que colonizar tiene un tinte más político y el territorio colonizado se sustenta en una estrategia de dominio o invasión económica o militar. Además, queda bajo dependencia política y económica y es por eso que este acto de expandir sus colonias en el exterior se denomina colonialismo.

6. En Sudamérica es usual usar la palabra “colectividad” para señalar a las comunidades extranjeras que residen en sus países.

7. No hay datos muy precisos pero se dice que en Indonesia se quedaron 1.000 soldados y en Vietnam unos 700, desobedeciendo las órdenes de rendición y entrega de armas. No solo combatieron por la independencia de estos países sino que muchos oficiales contribuyeron a la organización y formación militar de sus cuadros. Por eso, estos japoneses fueron condecorados y considerados ciudadanos de honor por sus servicios.  

8. Son menores de las familias de inmigrantes que se establecieron por ejemplo en Manchuria y en el repliegue y retorno no tuvieron más alternativa que dejar en manos de familias chinas. Algunos de ellos fueron abandonados porque sus padres murieron por el ataque soviético. Desde los años ’80 algunos de sus descendientes pudieron regresar a Japón porque demostraron su ascendencia japonesa. Hasta el dia de hoy unos 1.500 descendientes han sido admitidos como tal y residen en Japón.

9. Son descendientes de japoneses que emigraron en la preguerra o durante la guerra. Son los que no pudieron o no les fue posible regresar a Japón y los hijos de padre o madre filipina o sea nikkei mestizos. Hoy, gracias al programa de ayuda de Nippon Foundation, algunos de estos descendientes han podido demostrar su ascendencia y recuperar su inscripción en el Koseki.

 

© 2017 Alberto J. Matsumoto

geografía humana diáspora japonesa migración
Sobre esta serie

El licenciado Alberto Matsumoto encara las distintas facetas del Nikkei en Japón. Desde la política migratoria sobre la inserción al mercado laboral del inmigrante hasta su inculturación a las costumbres y lenguaje japonés a través de la educación primaria y superior. Analiza la vivencia interna del Nikkei latino con su país de origen, su identidad y su convivencia cultural personal y social en un contexto cambiante de globalización.

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Acerca del Autor

Argentino, descendiente de segunda generación, radicado actualmente en Japón. Es licenciado en Relaciones Internacionales en la Universidad del Salvador, Buenos Aires. En 1990 obtiene la beca del Ministerio de Educación de Japón y realiza sus primeros estudios en la Universidad de Tsukuba. Luego, en 1997 obtiene la Maestría en Derecho Laboral y Económico en la Universidad Nacional de Yokohama. Director General de la Consultora Idea Network, especializada en traducciones jurídicas. Ha sido intérprete judicial en la Corte de Tokio y Yokohama por más de 20 años. Es profesor de Español en la Prefectural de Shizuoka y de Economia, Sociedad y Derecho de América Latina en la Facultad de Derecho de Dokkyo University. También imparte sobre Historia de la Inmigración Japonesa y Sistema Educativo de Japón, en la Kaigai Nikkeijin Kyokai para los becarios Nikkei de la JICA. Ha publicado varias obras como la Ley de Migraciones de Japón, Impuesto a la Renta , en castellano, y en japonés: Los 54 capítulos para conocer la Argentina (Akashi Shoten, 2005), Aprenda el español con solo escuchar el CD (Chukei Shuppan, 2007), etc. En 2017 obtuvo el Premio Gratitud a la Cooperación Internacional del Presidente de JICA -Agencia de Cooperación Internacional de Japón y en 2018 estuvo a cargo del análisis e informe del estudio de las comunidades nikkei de México, Cuba y Argentina, de la División América Latina de la Cancillería de Japón (Gaimusho). http://www.ideamatsu.com/

Última actualización abril de 2020

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