Descubra a los Nikkei

https://www.discovernikkei.org/es/journal/2014/2/28/historical-overview/

Breve Reseña Histórica de la Emigración Japonesa, 1868-1998

Antecedentes de la migración japonesa al exterior

La migración de los japoneses al extranjero comenzó con la apertura de la isla nación al resto del mundo y con su ingreso a la época moderna en 1868. Al convertirse en parte de la red internacional de mano de obra, capital y transporte, repentinamente, los japoneses se hallaron en medio de un veloz cambio socioeconómico, que por lo tanto generó una población rural lista para la migración nacional e internacional.

Comienzos de la migración al exterior

Hombres Kona en campos de caña de azúcar en Hawai, fecha desconocida (Gentileza de Sukeyi Yamagata, Japanese American National Museum [95.197.25])

En 1868, un empresario norteamericano envió a un grupo de 148 japoneses a Hawai para trabajar en plantaciones de caña de azúcar. También envió a otras 40 personas a Guam. Este reclutamiento y envío no autorizado de trabajadores, conocido como el gannen-mono, señaló el comienzo de la migración de mano de obra japonesa al exterior. Sin embargo, durante las dos décadas siguientes, el gobierno Meiji prohibió la partida de emigrantes debido al trato de esclavos que recibieron los primeros migrantes en Hawai y Guam. En lugar de ir al exterior, mucha gente estuvo involucrada en el desarrollo de Hokkaido, la isla más septentrional del Japón.

No fue hasta 1885 que comenzó la emigración japonesa en masa. En ese año, los gobiernos de Japón y Hawai concluyeron el Convenio Inmigratorio según el cual aproximadamente 29,000 japoneses viajaron a Hawai durante los nueve años siguientes para trabajar en las plantaciones de caña de azúcar bajo contratos de tres años. Mientras tanto, miles de japoneses partieron hacia Thursday Island, Nueva Caledonia, Australia, Fiji, y otros destinos en el Pacífico Sur con contratos de trabajo similares. A partir de 1903, trabajadores contratados también fueron a las Filipinas, donde estuvieron involucrados in la construcción de una carretera principal. Hubo otras zonas del Sudeste de Asia que también atrajeron a la mano de obra y a los hombres de negocios japoneses. Básicamente, estos "inmigrantes" no eran colonizadores sino trabajadores dekasegi que tenían planeado regresar a casa con dinero después de algunos años de trabajo en un país extranjero. Para reglamentar las actividades de las compañías de emigración y proteger los intereses de los emigrantes, el gobierno japonés sancionó la Ley de Protección al Emigrante en 1896.

Colonización

En 1893, un grupo de funcionarios gubernamentales, políticos e intelectuales japoneses organizó la Sociedad de Colonización, exigiendo el desarrollo de "colonias" japonesas en el exterior. Como otras naciones estado modernas, alegaban que Meiji Japón necesitaría expandirse externamente, para obtener mercados más grandes donde exportar su "superávit" de población y bienes comerciales. El proyecto favorito de la Sociedad en 1897 intentó establecer una colonia agricultural en México. Este no tuvo éxito, pero señaló el comienzo de la emigración japonesa a Latinoamérica, y fue seguido por la partida de 790 personas al Perú para trabajar bajo contrato en 1899.

La granja administrada por Compañía Japonesa Mexicana Sociedad Cooperativa (Nichiboku Kyodo Kaisha), fundada en 1905. Ryojiro Terui (a la extrema derecha), el hombre que sostiene al niño, es uno de los líderes, alrededor de 1910. (Colección de la Asociación México Japonesa, A.C.)

Éxodo a Norte América

Hacía el fin del siglo, muchos hombres jóvenes abandonaron Japón para estudiar en los Estados Unidos, ya que las oportunidades en el Japón eran limitadas. Algunos tuvieron la fortuna de conseguir financiación para asistir a universidades prestigiosas de la Costa Oeste, pero la mayor parte se congregó en ciudades como San Francisco, Portland y Seattle. A menudo conocidos como "niños de escuela" ("school boys"), asistían a la escuela mientras realizaban trabajos domésticos a cambio de recibir casa y comida de las familias blancas. Mientras tanto, hubo muchos trabajadores comunes que ingresaron por la costa del Pacífico, tanto en los Estados Unidos como en Canadá. La inmigración japonesa a los Estados Unidos se convirtió en un problema político durante la década de 1900. Los disturbios anti-japoneses de la Costa Oeste finalmente causaron el fin de la inmigración japonesa a los Estados Unidos en 1924 y la severa restricción del ingreso de japoneses al Canadá en 1928.

A América Latina y más allá

Un póster de reclutamiento que promueve la emigración japonesa a Suramérica, alrededor de 1925. El reclutamiento fue llevado a cabo por la Compañía de Desarrollo en el Extranjero (Kaigai Kogyo Kabushiki Kaisha), establecida en 1917 para superar las severas restricciones impuestas a la inmigración japonesa a los Estados Unidos. (Colección de la Oficina de Registros Diplomáticos del Ministro de Relaciones Exteriores)

Al cerrarle Norteamérica las puertas a la gente del Japón, otros países y regiones absorbieron el número creciente de inmigrantes japoneses. Brasil se convirtió en el destino principal. En 1908, el primer grupo de japoneses salió rumbo a Brasil mientras que Japón restringía voluntariamente la emisión de pasaportes a los nuevos trabajadores inmigrantes para los Estados Unidos y Canadá. En 1925, el gobierno comenzó a subvencionar el transporte de los emigrantes con destino a Brasil. Cuatro años más tarde, Japón estableció el Ministerio de Asuntos Coloniales (Takumusho), que ofrecía "asesoramiento" para los residentes japoneses en países fuera de Norteamérica o Europa.

Mientras tanto, el Japón Imperial había estado adquiriendo territorios coloniales en las regiones circundantes y en Micronesia luego de una serie de guerras extranjeras, incluyendo la Primera Guerra Mundial. Taiwan se convirtió en una colonia oficial en 1895, después de la victoria de Japón contra China, mientras que Corea fue anexada oficialmente en 1910 como resultado de la Guerra Ruso-Japonesa. Japón le expropió Micronesia a Alemania en 1914, y la zona se convirtió en un protectorado Japonés bajo un mandato de la Liga de las Naciones. Estas regiones, combinadas con partes de Manchuria y Sakhalin, se convirtieron en un foco de "desarrollo japonés" donde se establecieron decenas de miles de "inmigrantes" y se desplazó a las poblaciones locales. A pesar de que muchos de estos así llamados "inmigrantes" venían de orígenes socioeconómicos similares a sus contrapartes en las Américas, el primer grupo estaba formado esencialmente por colonizadores protegidos por el poder militar del Japón, mientras que el segundo grupo tendía a convertirse en blanco de discriminación social y legal en los "países anfitriones".

Emigración patrocinada por el estado y represión anti japonesa

A mediados de la década del '30, después del establecimiento de un gobierno títere en Manchuria, Japón incluyó oficialmente la inmigración al extranjero en su política colonialista. Anteriormente, salvo por la migración con contratos gubernamentales de los braceros a Hawai y las subvenciones para los emigrantes a Sudamérica, el gobierno japonés no se había involucrado directamente en el reclutamiento y la administración de emigrantes. En cambio, las compañías de emigración desempeñaron un papel primordial en la partida de muchos emigrantes japoneses, mientras que otros abandonaron el país por su cuenta. La colonización de Manchuria en los años '30, sin embargo, fue un proceso de emigración patrocinado por el estado de familias granjeras empobrecidas del centro y norte de Japón hacia esta región. A pesar de que la Guerra del Pacífico detuvo la inmigración japonesa a las Américas, otras zonas como Micronesia, Manchuria y los nuevos territorios coloniales recientemente ocupados por Japón atrajeron a una gran cantidad de japoneses hasta el final de la Segunda Guerra Mundial.

La guerra del Pacífico y la enorme migración de regreso

Después de la guerra, hubo una masiva migración inversa de ex-colonizadores, soldados, y repatriados coloniales que regresaron al Japón, lo cual acarreó trágicas separaciones familiares, hambrunas y muerte. Muchos niños fueron abandonados en Manchuria, Micronesia, las Filipinas, y otras regiones asiáticas, donde algunos fueron recogidos por gente de la zona. Al mismo tiempo, los japoneses que permanecieron en los "países anfitriones" también tuvieron que comenzar de nuevo luego de sufrir traslados forzados, encarcelamiento, y/o graves restricciones en sus actividades diarias.

Segundo desarraigo de más de cuatro mil japoneses canadienses que fueron deportados a Japón después de la Segunda Guerra Mundial, Slocan, B.C., ca 1946. (Colección del Japanese Canadian National Museum [94/76.015a-c])

Comienzo de la migración al exterior después de la guerra

El Japón devastado por la guerra tuvo que dispersar su creciente población que excedía las provisiones nacionales de comida y otros recursos limitados. Durante la ocupación de los Aliados, no se permitió la emigración, con excepción de las así llamadas "novias de guerra", que ingresaron a los Estados Unidos, Canadá y Australia, entre otros países, con sus maridos no japoneses. Aún así, después del Tratado de Paz de San Francisco de 1951, que otorgó la independencia al Japón, el país realizó convenios especiales con gobiernos latinoamericanos para enviar emigrantes para el desarrollo de la agricultura.

Los primeros emigrantes de posguerra partieron rumbo a Brasil en 1952, a Paraguay en 1954, a Argentina en 1955, a la República Dominicana en 1956, y a Bolivia en 1957. Al principio, el Ministerio de Asuntos Exteriores se hizo responsable de los procesos administrativos de la emigración de posguerra, responsabilidad que luego fue asumida por la Agencia Internacional de Cooperación del Japón (Japan International Cooperation Agency). Los Estados Unidos también atrajeron a muchos después de revocar la prohibición de ingreso a los japoneses, asignando en principio una cuota anual nacional de 185 inmigrantes en 1952, y luego aboliendo las restricciones basadas en la nacionalidad de origen en 1965. Sin embargo, por la década del '70, la reactivación económica del Japón detuvo la emigración en gran escala de los japoneses. Paradójicamente, desde mediados de la década del '80, muchos Nikkei de segunda y tercera generación han venido de países latinoamericanos al Japón, donde pueden ganar salarios mucho más elevados que en sus países natales, que están sufriendo problemas económicos. En 1990, el gobierno japonés enmendó su ley inmigratoria permitiendo a una persona de ascendencia japonesa permanecer en el Japón legalmente para trabajar. De acuerdo a un cálculo oficial de 1990, los Nikkei en Japón sumaban 61,000 brasileños, 7,500 peruanos, 6,400 argentinos, 650 paraguayos y 600 bolivianos.

Una nueva fase

A pesar de que la era de la emigración masiva ha concluido, muchos japoneses aún se van de Japón para vivir en todo el mundo por asignaciones de trabajo temporarios, matrimonios, educación o empresas comerciales. Así es que están surgiendo nuevas comunidades japonesas en Europa, Asia, las Américas y Oceanía. En 1993, había un total de 1,650,285 Nikkei y residentes permanentes japoneses fuera de Japón. Entre ellos, 816,034 residían en Norteamérica, mientras que 737,642 vivían en Latinoamérica. Asia tenía una población de 58,395; Europa 21,179; Oceanía 16,235; y África y el Cercano Oriente 796. Dondequiera se hayan establecido, los Nikkei han creado comunidades y contribuido al desarrollo de historias y culturas únicas en los países que consideran su hogar.

Dekasegi brasileros participan en festividades de carnaval en Kobe, Japón, 1997. (Fotografía tomada por Internal Press. Colección del Museo Histórico de Inmigración en el Brasil)

Fuentes:

Eiichiro Azuma, "Brief Historical Overview of Japanese Emigration. 1868-1998," report to The Nippon Foundation, Japanese American National Museum, Essay in "International Nikkei Research Project: First-Year Report, April 1, 1998 to March 31, 1999" (1999), 6-8.

Akemi Kikumura-Yano, ed. Encyclopedia of Japanese Descendants in the Americas: An Illustrated History of the Nikkei. Walnut Creek, Calif.: AltaMira Press, 2002.

 

© 1999 Japanese American National Museum

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Sobre esta serie

¿Sabía usted que los Nikkei viven en más de cincuenta países? Lea las breves sinopsis históricas de la migración japonesa que subrayan las experiencias principales de los Nikkei en países selectos.

La información en esta sección es tomada y expande la información de Encyclopedia of Japanese Descendants in the Americas: An Illustrated History of the Nikkei, Akemi Kikumura-Yano, ed. (Walnut Creek, CA: AltaMira, 2002). También disponible en japonés con el título 『アメリカ大陸日系人百科事典―写真と絵で見る日系人の歴史』 (明石書店, 2002).

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Acerca del Autor

Eiichiro Azuma lidera la cátedra Alan Charles Kors como profesor adjunto de Historia y Estudios Asiático Americanos en la Universidad de Pensilvania. Es autor de Between Two Empires: Race, History, and Transnationalism in Japanese America (Oxford University Press, 2005) y coeditor de Yuji Ichioka, Before Internment: Essays in Prewar Japanese American History (Stanford University Press, 2006). El profesor Azuma está actualmente trabajando con David Yoo en la edición del Oxford Handbook of Asian American History. Entre 1992 y el 2000, trabajó como curador/investigador del Museo Nacional Japonés Americano y posee una maestría en Estudios Asiático Americanos y un doctorado en Historia de UCLA.

Última actualización en junio de 2013

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