Tomeno es mi nombre japonés. Nombre inusual. Encontré otro igual sólo una vez en mi vida, hace mucho tiempo, en la página de un periódico que informaba sobre la muerte de una anciana.
Este nombre mío era el hazmerreír cuando era adolescente, porque suena como palabras en portugués que no coinciden con el nombre de una persona.
Y mi nombre también se confundió con apellido, ¡así que algunas de mis hermanas también se llamaban Tomeno!
Soy la séptima hija femenina y mi padre como solo tuvo un hijo varón me puso Tomeno para que fuera la última hija. Alguien dijo que el nombre proviene de la palabra japonesa tomeru , que significa “parar”. No funcionó, porque después de mí vinieron tres hijas más.
Pero, según mi padre, el nombre Tomeno se originó de TOMEKITI, el nombre de un tío suyo que era un ejemplo de hijo, y KANENO, el nombre de su madre; dijo que este nombre era muy hermoso. Entonces mi nombre quedó así: TOME + NO = TOMENO.
Más recientemente, supe que las mujeres en la época samurái tenían este tipo de nombres que terminaban en “no”. Era, por tanto, un nombre noble. Si esto es cierto no lo sé.
Sólo sé que mi padre fue un hombre que izó la bandera japonesa hasta el final de su vida. ¡Dijo lo maravillosas que eran las mujeres japonesas y eso me repugnaba! ¿Cómo puede una japonesa ser mejor que nosotras los Nikkei?
Durante la Segunda Guerra Mundial, a los japoneses en Brasil se les prohibió hablar japonés. Mi padre fue encarcelado varias veces por hablar japonés con sus compatriotas. En ese momento, mi cuñado llamado Yutaka era un niño y sabía que no se podía hablar japonés. Entonces inventó un juego para hablar en voz alta con su amigo Yuzo. En un rincón del cerro, alguien gritó: ¡YUZO! (¡Hablaré!) y el otro respondió: ¿YUTAKA? (¿Tu hablaste?)
Creo que después de la guerra estaba prohibido registrar a los niños únicamente con su nombre japonés. Por eso recibí el nombre de Tomeno, que era deseo de mi padre, pero precedido por Rosa.
Nací y crecí en una ciudad considerada “la más japonesa de Brasil”. Por eso no sufrí mucho por ser de ascendencia japonesa. Por el contrario, fueron los no nikkei los que sufrieron el rechazo de los nikkei.
He oído que los nikkei que vivían en otras ciudades sufrieron mucho. Y como dije antes, los nombres japoneses pueden sonar como palabras portuguesas que causan vergüenza e incomodidad. Al vivir fuera de Japón, tenemos que pensar antes de poner un nombre japonés a nuestros hijos.
Pero me gusta mucho mi nombre Tomeno, mucho más que Rosa.
© 2014 Rosa Tomeno Takada
