Descubra a los Nikkei

https://www.discovernikkei.org/es/journal/2009/12/8/futuro-colectivo/

La vaca está lista para cocinar

OJOS DE VIDRIO

Estos le dan algo de vida a la vaca inanimada (por inmóvil) pero dinámica por su color y los pincelazos de pintura amarilla.  Esos colores despiertan el apetito e intensifican la experiencia mientras masticamos (por ello son los colores de un conocido fast-food con Mc-nombre irlandés y pozo de bolitas).

Los “dientes” de la vaca, en su corte horizontal, hablan de la comida, idea que se refuerza con el rojo que recuerda a la sangre que chorrea de la carne que, una vez quemada en la parrilla oliente a chisporroteante grasita quemada, nos hace salivar en ritual alimenticio dominguero o celebratorio acompañado por un buen vino o una helada chicha morada (la de verdad, de maíz).

Esta vaca “Vacarrillera” alude a la parrilla grasosa que nos da momentos relajados y alrededor de la cual compartimos el eterno acto de comer (devorar y prolongarnos en el tiempo) como también inhalar el humo del carbón y del aceite que se queman con cada soplido de un cartón; mejor utilizar un ventilador eléctrico, de esos que abundan en verano, para evitarse el sudar más y cansar los hombros… con una extensión funcionaría bien, uno a baterías sería ideal.

PLATO DE CENIZAS

De una parrilla anterior, aquel pedazo de metal redondo transporta la esencia de mis ciclos de esposiciones “2da. Vida” y “Luz y Fuego” a la Vacarrillera, tratando de mantener la esencia de la reutilización para la conservación (esta vez en pequeñísima medida) de nuestro medio vital.

Recogerá las cenizas (virtuales) de infinitas comidas en familia y con amigos, en ambiente relajado, rojo y carnívoro.

ETAPAS

Durante esas 6 semanas de trabajo, la hice en varias etapas: corte (como “dientes“) a lo largo del cuerpo de la vaca; luego, el formado de los volúmenes interiores –arriba y abajo- y colocación de los tubos de aluminio para soportar la parte superior; imprimación de texturas interiores y armado general; después de semanas, la coloración base y texturado exterior inicial; al día siguiente, coloración final y 2da. textura exterior; al secar la pintura y limpiar el polvo que produjo la compresora coloreando también el garage (que sirve para todo), vino el atornillado de la parrilla y utensilios y, finalmente, los acabados menores.

La vaca estará viva si lo queremos porque todo lo que producimos tiene parte de nuestra esencia. Así es como buscamos expresiones distintas en objetos hechos por otros que, dejando un pedacito de sus espíritus expresan sendas inquietudes, sentimientos, críticas y emociones muchas veces inexplicables (por carecer de palabras y conceptos en común que permitan una comunicación fluida).

La crítica de arte se esmera en decirle al mundo lo que “ES” cada obra, cuadro, escultura o “inclasificable”, mas la verdad reside en cada uno según lo que desee interpretar, esto es: aceptemos la expresión humana de los que nos rodean con la misma calidez con la que queremos ser acogidos.

Nos sentiremos más vivos si hacemos caso a nuestro interior en vez de darle importancia a palabras ajenas que muchas veces no tiene otro concepto sino el del “arte por el arte”, con su símil en la vanidad: “me visto para que me vean” y “diseño para ser famoso”…

Así, esta vaca se comunica por sí sola, racional y cercana al espectador.  Es una pieza artística identificable por color y función (cuántas parrillas hemos comido en la vida) aunque tenga un rojizo toque personal que no es más que la vida -o el universo, como se desee tomar- que se expresa a través de mí.

Son 10 puntos de exposición para las 80 vacas, en uno de ellos estará la Vacarrillera… hay mucho para ver y caminar aparte de la cosmopolita y –en los últimos años- mutante capital peruana nuestra… pero para bien.

Ficha Técnica
Nombre: VACARRILLERA.
Tiempo de hechura: 6 semanas.
Materiales: oleo mate, fibra de vidrio y resina, cemento, fragua, yeso, barniz, perfiles de alumnio, armellas de acero, malla de gallinero, accesorios para parrilla, plato cenicero de una vieja parrilla oxidada y olvidada en un jardín…
Inicio de muestra: 11 noviembre 2009, por 3 meses (junto con otras 80 vacas en 10 espacios públicos limeños).

*Publicado en Prensa Nikkei el mismo día de la inauguración, 11nov09.

Vea otros de sus trabajos en el Nikkei Album de Discover Nikkei >>

© 2009 Victor Nishio Yasuoka

artes exposiciones Perú
Sobre esta serie

Victor Nishio Yasuoka experimenta con la vivencia Nikkei en Perú. Se pregunta: ¿Qué es ser Nikkei? Para imaginar un futuro colectivo local y global. También, analiza el racismo histórico y contemporáneo, incluso explaya las consecuencias del denominativo “chino” y sus razones profundas. Finalmente, aporta un panorama personal de las Bellas Artes y el apoyo cultural dado a los artistas de la colectividad desde su mirada profesional.

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Acerca del Autor

Victor Nishio Yasuoka es de la 3ra. generación descendiente de japoneses inmigrantes al Perú. A mitad de la primaria, se mudó con toda su familia a Panamá, donde terminó el colegio y retornó después de casi 10 años, cuando el país estaba completamente cambiado. Empezó a estudiar arquitectura en una universidad nacional, pero descubrió que su mayor inquietud se encontraba en la comunicación. Hoy, viviendo en Lima, Victor es publicista, artista visual y columnista.

Para ver sus trabajos visite su nuevo sitio web www.victor.pe, donde encontrará toda su producción artística, gráfica y escrita.

Última actualización en agosto de 2009

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