Hoy, un número de desafíos se presenta en las comunidades Americano Japonesa en los Estados Unidos. Estos desafíos se conviertieron en sumamente complejas, dispersas y diversas. Ya no podemos definirlas por generaciones - Issei, Nisei, Sansei- que comparten creencias y experiencias de historias comunes. Definiciones previas a “ americano japonés” ahora parecen totalmente inadecuadas ya que es una mezcla étnica o de herencia racial y el nuevo nombre - “Shin Issei”, inmigrantes pos Segunda Guerra Mundial o “New Issei” nacido en Japón y sus americanos - que tuvieron niños Nisei, aumentó en números, especialmente en Nueva York y Los Angeles.
Esta tendencia que aumenta en diversidad cultural, étnica y generacional se ve reflejada en la población americana, especialmente desde la Ley de Inmigración (1965) que levantaron los orígenes de la discriminación nacional y favorecieron la inmigración de las naciones del norte y oeste de Europa. Actualmente, los inmigrantes que llegan a los Estados Unidos son de Asia y Latinoamérica y es común la migracion transnacional y la remigración. Según el Censo del 2004, los americanos japoneses se ubican en sexto lugar (832.039) detrás de los Chinos (2.829.627), Indios Asiáticos (2.245.239), Filipinos (2.148.227), Coreanoas (1.251. 092) y Vietnamita (1.267.510), mientras que en los años 40 y 50, los japoneses eran uno de los más numerosos y antiguo grupos asiáticos de los Estados Unidos. De este número el dos tercio de los americanos japoneses nacieron en los Estados Unidos - la proporción más alta dentro de los americanos de Asia Pacífico. Las principales áreas en donde los inmigrantes japoneses se establecieron a fines del siglo IXX fueron más de 60% fue en California (34%) y Hawai (26%). El promedio de edad era un poco más alto que la población americana (los americanos japoneses 36.5 años en 1990 y la población americana 33.0), y las mujeres eran el 54% de la población americana japonesa. Comparando con la población general, habia un gran número de Americanos Japoneses graduados de la preparatoria e ingresos promedido de mediano a alto.
En los 90, crecieron un 75% los casamientos donde los americanos japoneses adultos se casaron con no japoneses con tendencia a crecimiento y anuncian la desaparición de la comunidad Americana Japonesa. Otros argumentan que el futuro de las comunidades americanas japoneses depende de aquellos que tienen ascendencia con mezcla y esta mezcla es la que identifica a ellos como tal.
Pero, a comparación con el pasado que se “ identificaban como Americano Japonés” o “identificados por otros (o la sociedad) como Americano Japonés”, envuelve más ambiguedad y opciones y menos rigidez y restricciones. Por ej. Durante la Segunda Guerra Mundial aquellos con ancendencia japonesa que viva en la costa Pacífico con la octava parte de sangre japonesa eran considerados “enemigos”, nacido o no en los Estados Unidos y fueron ordenados a evacuar sus casas, y posteriormente encarcelados sin posiblidad de ser procesados por la ley durante la guerra.
Desde el párrafo de l Acta de 1952 de Walter-McCarren, los japoneses ya no fueron clasificados “ personas no aptas como ciudadano” y las generaciones jóvenes pudieron ingresar en universidades prestigiosas, asegurarse de posiciones prominentes y se establecieron en residencias exclusivas en barrios solamente reservados a “blancos solamente”.
En vez de luchar contra las leyes de tierras para extranjeros, directivas presidenciasl u órdenes de exclusión como las que padecieron las generaciones anteriores, la generación actual de americanos japoneses luchan con otras cuestiones relacionadas con la realización personal, profesional y las comunidades viven en búsqueda de la definición o rede finición de sus lugares en la sociedad, historia y cultura americana.
Con estos cambios de características de la población Americana Japonesa, muchos miembros de la comunidad Americana Japonesa que se encuentran en la Costa Este y Oeste se preguntan “¿Cúal es el futuro de la comunidad Americana Japonesa?” “¿De acá a 20 a 30 años habrá una comunidad llamada “comunidad Americana Japonesa?” y si esxistiera “¿Cómo será definida y constituída?”. “¿Será definida por el “lugar” geográfico como Little Tokyo y Japan Town ubicados en San Francisco, Los Angeles y San Jose? ¿Habrá personas que se identifiquen a sí mismos como “japoneses americanos” o ¿habrá necesidad de disitinguirlas como tal? Y si es un valor retener la comunidad americana japonesa con sus valores, ¿cómo nutriremos estas futuras generaciones para continuar con el legado de nuestros ancestros americanos japoneses? O, basta que este legado sea una lección para la historia americana con el flujo de personas que llegan y estan dispersas en varias estructuras de la sociedad americana? O ¿hay una “conciencia de roles” y los Americanos Japoneses ahora defienden las libertades civiles y la justicia para todas las personas pese al género, raza, religión y etnia?
En este siglo XXI muchas comunidades Americanas Japonesas de los Estados Unidos se preguntan “¿Qué podemos hacer para honrar y preservar las lecciones, experiencias y el legado de las generaciones niseis que actualmente rondan los 80 o 90 años y lucharon para preserver las libertades civiles, la libertad y la justicia?
Y “¿ Qué podemos hacer para motivar y comprometer la actual y futuras generaciones de los “americanos japoneses“ para construir sobre las bases históricas y culturales que la generación nisei estableció?
Todas estas preguntas generadas por el rápido cambio demográfico en nuestra población son profundas y las estrategias que se usan para responderlas se formarán a partir de la existencia y el futuro de la comunidad Americana Japonesa.
* El presente artículo es el resultado de la presentación efectuada en aquel evento, en la mesa redonda “Cuestiones contemporáneas e históricas en las comunidades Nikkeis en las Americas” juntamente con Célia Sakurai y Lili Kawamura.