Entrevistas
El aprendizaje en Japón
Haber aprendido de maestros tradicionales en las montañas, al sur de Tokio, a dos horas de Nagoya, en un pequeño pueblo, Oogaya, donde se practica la tradición Minoyaki, básicamente dos colores de cerámica, shino y oribe. Shino es un cerámica con un esmalte color blanco, y oribe es una cerámica con un color verdoso, vidriado, muy especial. Tuve suerte de poder concluir estas lecturas y vivirlas prácticamente como un aprendiz de un buen maestro, Tsukimura Masahiko, quien me aceptó como aprendiz, como asistente, y creo que la disciplina de esos años formativos fueron fundamentales. La austeridad de vivir en el campo, realizar labores que no tenían que ver solamente con la cerámica, pero con construir una casa, ver que todo el proceso funcione, no solamente producir objetos de arcilla. Creo que la cerámica siempre la he enfocado más como un modo de vida que como una profesión, cosa difícil, porque finalmente habiendo podido realizar una labor más industriosa y más ligada a poder producir objetos que puedan ser intercambiados de manera digamos más fácil, que pudieran tener otro acceso de parte de las personas, yo creo que lo que hice fue respetar el proceso, los principios de creer en un oficio como modo de vida para fundamentar una estética personal.
Fecha: 7 de diciembre de 2007
Zona: Lima, Perú
Entrevista: Harumi Nako