(Inglés) Entonces, creo que fue en el decimotercer día; al tiempo que desembarcaban en Seattle, había otras sesenta novias comprometidas por retrato en ese bote. Ella describió cómo todas ellas corrieron al frente del barco y todas tenían las fotografías de sus futuros esposos, que por supuesto nunca habían conocido, y cómo ellas señalaban a unos y otros, tratando de identificar a sus esposos allá abajo. Los esposos tenían fotografías de las esposas y estaban haciendo lo mismo desde abajo.

Entonces, lo bastante interesante es que, en las dos siguientes semanas, en su diario, ella nunca menciona a mi abuelo de nuevo. Pero escribió profusamente sobre Seattle y qué es lo que sentía estar allí y qué lugar interesante era y así sucesivamente. Y las historias, o los rumores en la familia eran que ella se sentía algo desilusionada, y sentía que Seibi había falseado un tanto a su hermano. Y si mi memoria me sirve correctamente, ella sí admitió que estaba un tanto decepcionada, pero también dijo muy prontamente que dentro de un periodo brevísimo ella cambió su opinión de él y él resultó ser la persona más maravillosa que ella nunca se imaginó. Y mi abuelo por cierto sentía completa reverencia por mi abuela.

Quiero decir, si alguna vez hubo una familia matriarcal a ese nivel, era la familia de ellos, porque yo no le escuche nunca decir algo despectivo sobre ella. Y él se convirtió casi como su sirviente en muchas formas, lo cual era bastante inusual para una familia nikkei. De cualquier modo, mi abuela, poco después de arribar a este país, solicitó su licencia de partera y empezó el ejercicio de entregar bebés. Y desde 1912 ó 1913 cuando ella empezó, todo el camino hasta 1938, creo, ella entregó o asistió en el parto de más de mil bebés.